El progresivo envejecimiento de la población hace que el dolor crónico sea uno de los principales problemas de salud pública de los países desarrollados. La elevada prevalencia que registra este tipo de dolor y la reducción de la calidad de vida que presentan las personas afectadas son los aspectos que más preocupan a los expertos. En este contexto, José María Muñoz, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de la Paz afirma que "casi la mitad de la población padece o ha padecido dolor reciente en mayor o menor medida". Ante esta cifra, Muñoz confirma la "extraordinaria dimensión del problema y su gran repercusión clínica y social". Así, como una herramienta más para concienciar a la sociedad y a los profesionales y autoridades sanitarias sobre la importancia de atajar este problema, el próximo día 17 de octubre se celebrará el Día Mundial contra el Dolor. En la que es ya la décima edición de esta iniciativa, la Fundación Internacional del Dolor (FID) centrará sus esfuerzos en la fibromialgia, una patología cuya prevalencia va en aumento. María Isabel Heraso, presidenta de FID, indica que los cambios en la sociedad moderna han hecho que surjan "dolores propios de la civilización actual", tales como la fibromialgia o la vulvodinea. Esta circunstancia lleva a "indagar sobre nuevos tratamientos y formas de afrontar esos dolores buscando, sobre todo, el porqué del dolor". En el caso concreto de Europa, los datos procedentes de la Encuesta Europea del Dolor (Pain in Europe) indican que el 19 por ciento de las 46.394 personas, procedentes de países europeos e Israel, que participaron en este estudio padecieron algún tipo de dolor durante un periodo superior a los seis meses. Además, no menos alarmante es el elevado porcentaje de personas con dolor crónico: casi el 59 por ciento de los pacientes manifestó haber sufrido dolor durante periodos comprendidos entres dos y 15 años. Además de la indiscutible pérdida de calidad de vida que experimentan estas personas, no menos significativo es el impacto sociosanitario que genera esta condición. En este sentido, los datos indican que, sólo en Europa, cada año se pierden unos 34 billones de euros como resultado directo del dolor, y se pierden 16 días de trabajo por persona al año. El adecuado tratamiento del dolor es el reto perseguido por los especialistas. Así, en este sentido, el jefe de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario La Paz explica que los estudios epidemiológicos y de consumo demuestran que "el adecuado tratamiento del dolor permite disminuir las estancias hospitalarias, reducir el consumo de recursos sociosanitarios y reincorporar al medio laboral, social y familiar a muchos pacientes que, previamente, no estaban en condiciones de hacerlo". En opinión de este experto, las unidades de dolor que se han implantado en los hospitales españoles desempeñan una labor fundamental en este contexto ya que, "aunque conlleven una inversión inicial, su impacto a medio y largo plazo es de un mayor ahorro y una mayor calidad de vida", aclara. Otra de las conclusiones que se desprende de esta Encuesta Europea del Dolor indica que son muy pocos los pacientes con dolor atendidos por profesionales especializados en este ámbito. Además, cerca de la mitad de los pacientes con dolor recibe un manejo inadecuado del mismo. Estos hechos hacen que el dolor, y en particular el crónico, se convierta en uno de los principales problemas de salud pública de Europa. Aunque según la Encuesta Europea del Dolor se observan diferencias entre los países en cuanto al abordaje, dicho trabajo alerta de la necesidad de tomar medidas urgentes. EL GLOBAL. net |
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