ANA MACPHERSON | Barcelona | 07/09/2010 |
La relación entre el síndrome de fatiga crónica (SFC) y un retrovirus llamado XRMV, y que hasta ahora sólo se sabe que enferma a roedores, ha levantado una de las mayores polémicas que se recuerdan entre los científicos dedicados a los virus. Tanto lío hay, que se ha convocado un congreso en Maryland (EE.UU.) que comienza hoy y en el que las previsiones de inscripción han quedado desbordadas hace días.
"Se van a mirar con lupa los resultados publicados que defienden esta relación entre el virus y el síndrome de fatiga crónica, porque son varios los laboratorios que han intentado replicar el estudio y no han logrado ver ni uno. Y hay que saber si es una cuestión de metodología, porque las implicaciones serían enormes", opina Julià Blanco, investigador de IrsiCaixa, centro de referencia internacional en investigación sobre el sida que investiga el asunto y participa en la reunión internacional.
ElXMRV–un retrovirus, que se instala en las células y se integra en su material genético para reproducirse– empezó a relacionarse con algunos tipos de cáncer de próstata en el 2006 y recientemente se publicó un trabajo norteamericano que había detectado la presencia de este virus en el 67% de los afectados por el síndrome de fatiga crónica, mientras que entre la población sana era del 3,7%. Los laboratorios europeos y norteamericanos que intentaron replicar el estudio obtuvieron resultados negativos, así que la FDA estadounidense –la organización gubernamental que aprueba procedimientos y medicamentos en este país–, por un lado, y el centro de enfermedades infecciosas de Atlanta, por otro, encargaron estudios de confirmación. Y de nuevo la discrepancia. El laboratorio que investigó por encargo de la FDA tuvo resultados positivos aún mayores: el 86,5% de los afectados de SFC frente al 6,8% en las personas sanas. Y el equipo Atlanta, nada, sin virus. Descartó la relación.
El síndrome de fatiga crónica se relaciona con múltiples causas: ambientales, genéticas, hormonales. Y la mayoría de quienes lo padecen –25.000 en Catalunya– no pueden seguir con su vida normal, sufren las más diversas limitaciones "y hoy no conseguimos curarlo", admite Joaquín Fernández Solá, internista del Clínic experto en esta materia. Para una dolencia tan a oscuras, encontrar un virus causante o desencadenante sería una gran esperanza.
Los pacientes de SFC suelen llevar una gran carga viral, "hay una treintena de virus que están más presentes en ellos que en la población en general, pero no se ha podido demostrar una relación causal", explica Fernández Solá. "Nosotros estamos investigando ese virus en pacientes de SFC y esperamos tener datos a finales de año", explica Julià Blanco. "Pero primero hay que acordar el método para que no haya dudas y luego comprobar si existe esa asociación entre virus y fatiga crónica. Si eso es cierto, habrá que estudiar cómo actúa y si causa el síndrome o es consecuencia de él".
ElXMRV–un retrovirus, que se instala en las células y se integra en su material genético para reproducirse– empezó a relacionarse con algunos tipos de cáncer de próstata en el 2006 y recientemente se publicó un trabajo norteamericano que había detectado la presencia de este virus en el 67% de los afectados por el síndrome de fatiga crónica, mientras que entre la población sana era del 3,7%. Los laboratorios europeos y norteamericanos que intentaron replicar el estudio obtuvieron resultados negativos, así que la FDA estadounidense –la organización gubernamental que aprueba procedimientos y medicamentos en este país–, por un lado, y el centro de enfermedades infecciosas de Atlanta, por otro, encargaron estudios de confirmación. Y de nuevo la discrepancia. El laboratorio que investigó por encargo de la FDA tuvo resultados positivos aún mayores: el 86,5% de los afectados de SFC frente al 6,8% en las personas sanas. Y el equipo Atlanta, nada, sin virus. Descartó la relación.
El síndrome de fatiga crónica se relaciona con múltiples causas: ambientales, genéticas, hormonales. Y la mayoría de quienes lo padecen –25.000 en Catalunya– no pueden seguir con su vida normal, sufren las más diversas limitaciones "y hoy no conseguimos curarlo", admite Joaquín Fernández Solá, internista del Clínic experto en esta materia. Para una dolencia tan a oscuras, encontrar un virus causante o desencadenante sería una gran esperanza.
Los pacientes de SFC suelen llevar una gran carga viral, "hay una treintena de virus que están más presentes en ellos que en la población en general, pero no se ha podido demostrar una relación causal", explica Fernández Solá. "Nosotros estamos investigando ese virus en pacientes de SFC y esperamos tener datos a finales de año", explica Julià Blanco. "Pero primero hay que acordar el método para que no haya dudas y luego comprobar si existe esa asociación entre virus y fatiga crónica. Si eso es cierto, habrá que estudiar cómo actúa y si causa el síndrome o es consecuencia de él".
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