"Según el relato del afectado, acudió a la franquicia recomendado por otros amigos donde firmó un documento en el que respondía a cuestiones relacionadas con sus hábitos de vida y las patologías que padecía como paso previo a la prueba de diez minutos con la que el centro pretendía la activación muscular y habituar al cuerpo a este tipo de entrenamiento con estímulos eléctricos.
«Tres días después de la prueba, que no duró más de diez minutos, me encontraba muy mal: tenía fuertes dolores musculares y náuseas, por lo que acudí a urgencias», relata Márquez. Las analíticas determinaron que el paciente tenía disparados los niveles de creatina fosfocinasa (CPK), una enzima que la musculación libera durante el entrenamiento por la rotura de microfibras, y que puede provocar obstrucciones y daños renales. "
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