La fibromialgia es una enfermedad que afecta entre el 3 y 6% de la población mundial y se desarrolla entre los 20 y 50 años. Se trata de una enfermedad que provoca dolor en los músculos y cansancio en aquellos que la padecen. El dolor se siente especialmente en ciertos puntos sensibles del cuerpo que se encuentran en cuello, hombros, espalda, brazos, cadera y piernas.
Además de estos dolores, la fibromialgia también puede conllevar dificultad para dormir, rigidez en los músculos, dolor de cabeza, períodos menstruales dolorosos, adormecimiento de manos y pies o problemas de memoria a corto plazo.
Tratar la fibromialgia con cannabis terapéutico
Ya en la antigua china se consideraba la planta del cannabis como un potente antiinflamatorio. El emperador chino Shen-Nung (2000 a.C.), en una obra llamada Pen-ts’ao Ching, consideró que el cannabis “deshace el reumatismo”[1]. Actualmente, este padecimiento aún no tiene cura pero existen varios tratamientos para paliar sus efectos. Hasta ahora, se sabe que la fibromialgia y otras patologías como la migraña presentan patrones clínicos, bioquímicos y patopsicológicos que sugieren que están relacionadas con una deficiencia del sistema endocannabinoide. Por este motivo, se considera que algunos de los síntomas de la fibromialgia pueden ser tratados con cannabis medicinal.
La migraña producida por la fibromialgia está muy relacionada con el sistema endocannabinoide. La anandamida, el compuesto químico que hace de mediador en el sistema endocannabinoide, potencia los receptores 5-HT1A e inhibe los receptores 5-HT2A. Estos receptores regulan varias funciones del sistema nervioso central, por lo que el cannabis medicinal puede ser efectivo para un tratamiento agudo y preventivo de los dolores. Los cannabinoides también han demostrado tener efectos antiinflamatorios y de bloqueo de dopamina, que tiene funciones de regulación del sueño, humor o aprendizaje, factores que se alteran con la fibromialgia.
Asimismo, el tetrahidrocannabinol (THC) modula la neurotransmisión glutamatérgica a través de receptores NMDA, que tienen un rol importante en la plasticidad neuronal, el aprendizaje y la memoria. Los cannabinoides han demostrado de tener capacidad de bloquear los mecanismos espinales, periféricos y gastrointestinales que provocan el dolor de padecimientos como la fibromialgia o las cefaleas[2].
Con investigaciones como ésta se vio que el THC podría servir en tratamientos para la fibromialgia. Así, en 2006 se realizó un estudio piloto sobre los efectos de una monoterapia basada en THC para paliar esta enfermedad. Parte de los participantes notaron que su dolor se atenuaba tras dosis de 10 o 15mg de THC diarias. Sin embargo, estos resultados seguían siendo demasiado escasos como para determinar que sólo pudiera usarse THC como fármaco analgésico. Un estudio similar realizado en 2009 obtuvo, más o menos, las mismas conclusiones: el THC ha demostrado su potencial de mejora para el tratamiento del dolor crónico en la neuropatía central y fibromialgia, por lo que un tratamiento con THC como suplemento puede representar una opción terapéutica coanalgésica prometedora[3].
Del mismo modo, varios estudios siguen sugiriendo que los cannabinoides pueden continuar postulándose como una alternativa a los fármacos tradicionales para el tratamiento de la fibromialgia. Según un estudio realizado por varias instituciones de Barcelona publicado en 2011, varios de los pacientes de fibromialgia a los que realizaron la encuesta no sólo consumían cannabis medicinal para aliviar el dolor, sino que también lo hacían para reducir todos los otros síntomas de la enfermedad. Los resultados, además, afirman que ninguno de los pacientes notó que sus síntomas empeoraran. De hecho, los encuestados destacaron su efecto en la reducción de sus problemas para dormir[4].
Cabe decir que en este último estudio el cannabis terapéutico fue consumido de forma inhalada y oral. Por esta razón, es necesario seguir investigando sobre las posibles aplicaciones y diferentes formas de consumo del cannabis medicinal en enfermedades como la fibromialgia u otros padecimientos susceptibles de ser tratados con un tratamiento con cannabinoides.
[1] Burstein, S. H., & Zurier, R. B. (2009). Cannabinoids, endocannabinoids, and related analogs in inflammation. The AAPS journal, 11(1), 109.
[2] Russo, E. B. (2004). Clinical endocannabinoid deficiency (CECD): can this concept explain therapeutic benefits of cannabis in migraine, fibromyalgia, irritable bowel syndrome and other treatment-resistant conditions?. Neuro endocrinology letters, 29(2), 192-200.
[3] Weber, J., Schley, M., Casutt, M., Gerber, H., Schuepfer, G., Rukwied, R., … & Konrad, C. (2009). Tetrahydrocannabinol (delta 9-THC) treatment in chronic central neuropathic pain and fibromyalgia patients: results of a multicenter survey. Anesthesiology research and practice, 2009.
[4] Fiz, J., Durán, M., Capellà, D., Carbonell, J., & Farré, M. (2011). Cannabis use in patients with fibromyalgia: effect on symptoms relief and health-related quality of life. PLoS One, 6(4), e18440.
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