Para alivio de las personas que la sufren, la FDA de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, el equivalente de la ANMAT en la Argentina) aprobó la comercialización y consumo de la primer droga específica contra este mal.
De acuerdo con las pruebas realizadas por los especialistas hasta el momento, la pregabalina (producida por el laboratorio Pfizer), reduce "considerablemente" los síntomas del mal, y contribuye a que las personas recuperen su rutina habitual.
Sin embargo, Jeffrey Siegel, director de la División de Productos de Anestesia, Analgesia y Reumatología de la FDA, advirtió que la droga tiene importantes efectos adversos, como sueño, mareos, visión borrosa, aumento de peso, hinchazón de manos y pies, y boca seca.
“La decisión de aprobar este fármaco marca un avance importante y creemos que es motivo suficiente para ser optimistas. Sin embargo -advirtió el especialista- todavía queda mucho progreso por hacer.”
Un dolor que no deja resquicios
La fibromialgia es una enfermedad que cambia abrupta y rápìdamente la vida de quienes la padecen, debido a que los fuertes dolores que provoca tanto en articulaciones como en músculos, junto con una fatiga constante, obligan a muchas personas a abandonar su trabajo o a minimizar su vida social.
Algunos enfermos, incluso, se ven en la situación de permanecer postrados durante días y soportar dolores de cabeza, manos y pies dormidos, así como serios problemas para concentrarse y recordar. La presencia habitual de insomnio empeora los síntomas y es habitual que se experimenten intensas depresiones.
"El dolor de la fibromialgia en el tejido blando -explican los especialistas de los Institutos Nacionales de Salud, NIH, de los Estados Unidos- se describe como profundo, que se irradia, torturante, punzante o urente y varía de leve a severo. Las personas afectadas por la enfermedad tienden a despertarse debido a los dolores y la rigidez del cuerpo."
En algunas personas, el dolor disminuye durante el día y aumenta nuevamente en las horas de la noche, aunque muchos de ellos presentan un dolor implacable que dura todo el día, y que puede aumentar con la actividad, el frío, el clima húmedo, la ansiedad y el estrés.
Las personas con fibromialgia suelen deambular por distintos consultorios antes de obtener un diagnóstico adecuado. Como los exámenes convencionales de laboratorio suelen arrojar resultados normales, los médicos pueden confundir esta enfermedad con afecciones de síntomas similares como el lupus, o con trastornos psicológicos.
Esta situación empeora el estado anímico de los enfermos, ya que no encuentran alivio a sus dolores y se encuentran con que los profesionales de la salud, o inclusive su propia familia, no creen que su padecimiento sea real.
Las causas exactas de esta afección todavía no están claras, pero se sugiere que una lesión física fuerte, el stress emocional o algún virus podrían desencadenarla. También se está investigando la posible predisposición genética.
“Uno de los desafíos de la fibromialgia es que no siempre fue reconocida como una enfermedad específica -explica Siegel-. En 1990, el Colegio Americano de Reumatología desarrolló un criterio para diagnosticarla, lo que marcó un avance importante para que más personas entiendan como reconocer los síntomas y tratarlos.”
El apoyo emocional es esencial para las personas con fibromialgia. Su vida sufre un vuelco desde que les diagnostican el mal hasta el momento en que encuentran el tratamiento adecuado a sus síntomas. A pesar de las dificultades, el pronóstico es prometedor. Siguiendo las recomendaciones adecuadas recuperan su rutina habitual y vuelven a gozar de una buena calidad de vida.
Aunque se espera que el nuevo remedio calme los dolores de un alto porcentaje de los enfermos, la medicación seguirá siendo tan sólo una parte del tratamiento. Además de las drogas recetadas por el profesional a cargo, se recomienda una combinación de terapia acuática, masajes y yoga. Caminar, trotar, andar en bicicleta y el estiramiento muscular son otras actividades que alivian los síntomas y permiten retomar una vida normal.
Antes de la aprobación del uso de la pregabalina como medicamento específico para este mal, quienes sufrían fibromialgia debían recurrir a calmantes, antidepresivos, relajantes musculares y fármacos para dormir, es decir a drogas que aliviaban los síntomas, pero que de ninguna manera actúan sobre la base misma de la enfermedad.
Por el momento, la nueva medicina se utilizará en adultos de más de 18 años, aunque Pfizer se comprometió a realizar estudios en niños y en mujeres con hijos lactantes. Todavía se desconoce el modo de acción de la pregabalina, pero se cree que modifica la liberación de los neurotransmisores en el cerebro.
(CienciaYSalud)
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