Consiste en una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas para diferentes fines, desde aliviar el dolor hasta disminuir el estrés, la tensión o la depresión entre otros males.
La música alegra el alma, nos puede poner en actitud positiva o nos evoca épocas pasadas, pues trae a nuestra mente recuerdos que nos llenan de nostalgia, pero también tiene muchos otros beneficios que ayudan a aliviar diversos males físicos y emocionales.
Concentración Abarca comentó que con la musicoterapia los pacientes logran mejorar su estado de ánimo y pueden ubicar mejor su dolor, pues conforme las sesiones el dolor ya no es tan generalizado, sino que identifican las zonas de malestar y hay una mayor claridad para definir la intensidad y el tipo de dolor. “La música ayuda a mejorar la atención y concentración, por ejemplo, hacemos ejercicios con instrumentos de percusión y para ello los pacientes deben estar muy concentrados y atentos de que después de uno, el otro tiene que tocar, aunque parezca sencillo son ejercicios que tienen un gran impacto a nivel terapéutico”, explicó la psicóloga. La música y las actividades que se van a desarrollar son previamente seleccionadas, pues no puede ser cualquier tipo de música la que escuchen o ejecuten; además, cuando hay una enfermedad física de por medio no es cualquier tipo de dinámica la que se puede realizar. “La música la vamos a utilizar con el fin de mover sentimientos y es peligroso abrir una puerta que luego no vamos a poder cerrar. A veces tenemos un grupo de discos compactos y cada uno se va escuchando y se abordan diferentes temáticas”, comentó Abarca. Dinámicas Las personas dentro de la terapia pueden elegir el tipo de música que quieren escuchar, de acuerdo con su vivencia y su proceso terapéutico; además, se desarrolla con ellas un programa de terapia musical para el hogar. Los pacientes pueden tocar instrumentos, aunque no es una clase definida para el aprendizaje, sino que los tocan como una forma de terapia, también cantan porque físicamente la vibración de las cuerdas vocales y los instrumentos de percusión mejoran las conexiones del cuerpo en cuanto al sistema nervioso. “El canto está asociado con un aumento en la producción de endorfinas que mejoran nuestro estado anímico, con el canto se trabaja además la dicción del paciente, que ayuda a determinar cómo se proyectan ante la gente, se busca mejorar lo que es conducta, emoción y pensamiento”, dijo Abarca. La terapia se realiza los martes de 1 p.m. a 3 p.m. y el grupo cuenta con 15 pacientes. Sesión por sesión abordan diferentes temas, por ejemplo sonoterapia, para evocar diferentes tipos de sonidos y ver con qué se asocia o qué impacto tiene percibir determinado sonido. Angie López Arias |
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