21 Agosto 2007
Actualizado: 01:37 AM hora de Cd. Juárez
Jessica Castañeda
Pero más allá de esos síntomas del estrés que todos conocen y que te hacen enojar, agobiarte, sentir que pierdes el control o que el cansancio no te deja, hay otros, más asombrosos, que son señales con las que tu cuerpo te grita que ya su situación es más que una aventura extrema.
"éste afecta una estructura cerebral llamada hipocampo, que está íntimamente relacionada con los procesos de memoria y específicamente se encarga de transformar la información que usamos a corto plazo a una de largo plazo", señala la psicoterapeuta Bárbara Diego, certificada en Terapia Racional Emotiva y Cognitiva por el Instituto Albert Ellis de Nueva York. Esto provoca que tus células nerviosas se atrofien y es cuando se producen los problemas de memoria, que si son sostenidos durante mucho tiempo pueden provocar daños irreversibles. PROPENSIóN A ENFERMEDADES Casi cualquier enfermedad puede ser agravada por el estrés. "El 80 por ciento de todas las enfermedades que se ven en consultorios son provocadas o agravadas por el estrés: problemas de dolor de espalda, contracción muscular, trastornos digestivos", dice el psicólogo experto en estrés, Adrián Roel Favela. El estrés agudo afecta directamente el sistema inmunológico y lo debilita, señala Diego. "Esta condición hace que sea fácil la expresión de enfermedades latentes, incluso el cáncer en mujeres que han vivido situaciones de estrés extremo se ha encontrado un mayor índice de cáncer de mama, por ejemplo", explica la especialista. DESEO SEXUAL REDUCIDOS Si entre tu pareja y tú las relaciones sexuales son un vago recuerdo, el estrés podría llevarles las de ganar, pues según un estudio de la farmacéutica Bayer, realizado en nueve países, uno de cada dos hombres refiere que esta situación es la causa fundamental de sus problemas durante la intimidad. Los cambios hormonales pueden hacer que disminuya la testosterona, lo que influye directamente en el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres. Esto también podría disminuir las tasas de fertilidad. "Si estás preocupado, no te sientes bien, estás cansado, tu ánimo anda bajo, sí hay una disminución importante en el funcionamiento y deseo sexual", menciona Roel Favela. PéRDIDA DE CABELLOE Eres joven y de pronto encuentras que en tu cabeza hay una pequeña área calva y redonda. Se trata de la alopecia areata, la pérdida del cabello caracterizada por parches redondos de calvicie total. El padecimiento que se piensa es provocado por un trastorno inmunológico, muchas veces es acompañado o iniciado por un suceso de estrés extremo. "Esto no es una calvicie como la androgenética masculina, pero puede llegar a una alopecia total que a veces vemos en niños o adultos, calvos, pero también sin cejas, pestañas, bigote, pelo en las axilas o púbico", comenta el dermatólogo Ocampo Candiani, ex presidente de la Sociedad Mexicana de Cirugía Dermatológica. Otras enfermedades de la piel asociadas con el estrés son el vitiligo, psoriasis o acné, que si bien no son provocados por una situación de preocupación constante, sí pueden aumentar o agravar un padecimiento ya existente. DOLOR DE LA MANDíBULA Al despertar sientes dolor en la mandíbula, como si hubieras masticado chicle toda la noche... pero en realidad es que mientras estuviste dormido o durante el día, la tensión que sientes por distintas situaciones hace que casi involuntariamente aprietes la quijada fuertemente o rechines los dientes. Este es un síntoma inequívoco de que tienes problemas serios de estrés. FATIGA CRóNICA El estrés que provoca una pelea con la pareja, demasiadas horas de un trabajo extenuante, un larguísimo embotellamiento o una deuda que no se termina de pagar podría hacer que tu cuerpo se vaya debilitando y simplemente no responda. "Estas situaciones traumáticas pueden ocasionar síndrome de fatiga crónica o fibromialgia, esto te hace sentir ganas de hacer cosas, pero tu cuerpo no te responde, a diferencia de la depresión en la que no tienes ganas de no hacer nada", menciona Roel Favela. Las personas afectadas por el síndrome de fatiga crónica, por ejemplo, tienen una fatiga incapacitante que no se detiene. Quienes sufren de este padecimiento tienen también dolor muscular y en articulaciones por todo el cuerpo. Las preguntas a responder ahora son: ¿Con cuáles de estos síntomas te identificas? y ¿estás dispuesto a realizar cambios para solucionarlo? Alivia la tensión The Cleveland Clinic recomienda algunas formas para aliviar el estrés: *Come y bebe con sensatez. Puede parecer que el alcohol y el abuso de comidas reducen el estrés, pero en realidad lo aumentan. *Házte valer. No tienes que cumplir con las expectativas o demandas de otras personas. Está bien decir, no. *Deja de fumar. Aparte de los riesgos para la salud, la nicotina actúa como un estimulante y provoca más síntomas de estrés. *Haz ejercicio regularmente. Escoge ejercicios que no sean competitivos y establece metas razonables. Procura ser constante. *Establece metas y expectativas realistas. Está bien y es saludable darse cuenta que no puedes ser exitoso en todo al 100 por ciento y al mismo tiempo. *Véndete a ti mismo. Cuando te estás sintiendo abrumado recuérdate a ti mismo qué cosa haces bien o en qué eres bueno. Ten un sentido de autoestima saludable. *Decídete a actuar. De nada sirve que conozcas las formas de aliviar tu estrés si las dejas en sólo buenos deseos. |
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