Aunque inicialmente se pensaba que el problema podía encontrarse en los tejidos periféricos, es decir, un trastorno de origen muscular, las investigaciones han ido mostrando que en realidad se trata de un problema en el proceso de percepción del dolor que tiene sus raíces en el sistema nervioso central. Sin embargo, los autores son muy cautos a la hora de apuntar a una única disfunción: "Dada la complejidad de sus causas, la fibromialgia se entiende mejor desde una perspectiva multidisciplinar y un enfoque demasiado reduccionista puede ser prematuro", matizan. Es decir, que al igual que el tratamiento de la fibromialgia es multidisciplinar (desde fármacos antidepresivos hasta fisioterapia), también sus causas son una multitud de factores. |
Por ejemplo, se ha visto que las personas con esta enfermedad reumática muestran diferencias en los umbrales del dolor. Es decir, que aunque tienen una similar percepción para estímulos normales (frío, calor, presión...), el umbral en el que un estímulo se convierte en doloroso es mucho más bajo.
Varios procesos en el cerebro y la médula espinal presentan anomalías que explicarían esta percepción aberrante del dolor. Por ejemplo, a nivel cerebral se han visto diferencias, con respecto a personas sanas, en la actividad de ciertas áreas cerebrales así como en el flujo sanguíneo ante un estímulo doloroso. A nivel espinal, se ha registrado una mayor excitabilidad de las neuronas que transmiten la información nociceptiva (la señal dolorosa) al cerebro.
También parecen existir desarreglos en mecanismos descendentes (es decir, en pautas que mitigan o inhiben la señal dolorosa), en la actividad de las células gliales (activadas por estímulos que inducen el dolor y encargadas de liberar sustancias neuroactivas) y en la liberación de algunos neurotransmisores.
Tampoco está todavía clara la relación de algunos trastornos psiquiátricos con la fibromialgia, como la depresión, la ansiedad y, sobre todo, el síndrome por estrés postraumático. "Los sucesos traumáticos en las vidas de los pacientes con fibromialgia deberían explorarse, porque pueden contribuir al actual dolor y disfunción", escriben los investigadores. Estos especialistas creen que, "aunque anteriormente no estaba claro si la fibromialgia llevaba a trastornos psiquiátricos o viceversa, cada vez hay más evidencias de que las enfermedades psiquiátricas predisponen al desarrollo del síndrome".
"Lo que sí está claro es que los pacientes con fibromialgia experimentan el dolor de modo diferente de la población general y que lo hacen en ausencia de enfermedad. (...) Para ser eficaces, las futuras terapias de la fibromialgia tienen que responder a los mecanismos de dolor implicados en la enfermedad y a las enfermedades relacionales, y, más probablemente, a ambos", escriben Abeles y Pillinger.
http://elmundosalud.elmundo.es/elmundosalud/2007/05/16/dolor/1179300878.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario