
Todos los grupos registraron un descenso en la fracción LDL del colesterol, uno de los factores de riesgo cardiovascular, pero destacó mayormente el descenso del primer grupo, hasta un 3%. También sufrieron una reducción los indicadores de inflamación en las arterias, hasta un 8% en el primer grupo y un 9% en el segundo. En el tercer grupo por el contrario aumentó este indicador en un 1%. En los dos primeros grupos el nivel de glucosa disminuyó en un 3% y un 2% respectivamente, en cambio en el último grupo estos niveles aumentaron un 2%. Los científicos esperan de todas maneras presentar datos más concretos al cabo de 4 años para poder conocer con mayor exactitud como han incidido los cambios realizados en las dietas de los pacientes. El estudio muestra claramente que la dieta mediterránea es totalmente beneficiosa para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Ahora se persigue realizar un estudio que proporcione mayores evidencias científicas que sirvan para recomendar dietas adecuadas para la prevención de estas enfermedades, para tal efecto se han reclutado 9,000 pacientes pertenecientes a 20 centros de salud de ocho comunidades españolas, con un alto riesgo de sufrir alguna complicación vascular. Las primeras conclusiones son bastante contundentes, añadir solamente 3 cucharas soperas diarias de aceite de oliva y 30 gramos de frutos secos, reducirían significativamente la presión arterial, además de una reducción de la concentración sérica de los marcadores de inflamación vascular relacionados con la aparición y desarrollo de la arteriosclerosis. Una dieta sana y equilibrada como la mediterránea, permite un mejor funcionamiento de nuestro organismo y una mejor salud. |
1 comentario:
Tomaremos buena nota, gracias Carmen!!
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