REUMATOLOGÍA Un programa de ejercicio y formación sobre la patología mejoran los síntomas y la funcionalidad de las pacientes La receta es tan sencilla como efectiva. Un programa de entrenamiento, que incorpora ejercicios de fuerza y estiramientos, junto con educación en el manejo de la enfermedad, reduce la sintomatología y aumenta la funcionalidad diaria de las afectadas de fibromialgia. Entre el 1% y el 2% de la población, sobre todo mujeres, padece este síndrome de causa desconocida que se caracteriza por la fatiga y el dolor muscular generalizado. Con el fin de ayudar a las enfermas, un grupo de investigadores del Hospital Brigham and Women's de Boston (EEUU) decidió llevar a cabo un estudio en el que se comparó la eficacia de cuatro medidas terapéuticas distintas. Los resultados de la misma acaban de publicarse en 'Archives of Internal Medicine.' De esta forma, las 135 participantes fueron divididas en cuatro grupos en los que bien realizaron aeróbic, caminatas y ejercicios de flexibilidad; bien sumaron a este plan deportivo el entrenamiento de fuerza. Uno de los dos grupos restantes practicó todas las formas de ejercicio descritas anteriormente, además de recibir educación sobre el manejo de la enfermedad, mientras que el resto de las enfermas permaneció sin actividad y sólo recibió los consejos formativos. Los entrenamientos se realizaron dos veces a la semana, aunque se recomendó practicar un tercer día en casa. Tras seis meses de seguimiento, los datos confirman que aquéllas que practicaron todos los tipos de ejercicios y recibieron cursos de información de la patología mejoraron su funcionalidad física, mental y social, además de reducir la sintomatología asociada a la fibromialgia, en comparación con el resto de participantes. Los autores insisten en la necesidad de introducir el ejercicio y la educación en la terapia de esta dolencia, dado que, además, sus beneficios se mantienen con el paso del tiempo. |
PATRICIA MATEY
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