Conocer el origen de una patología es fundamental para conseguir dar con el tratamiento adecuado. Sin embargo, como sucede con la fibromialgia, existen casos en que la etiología de una enfermedad es complicada de definir. Por ahora, se sabe que se trata de una dolencia crónica y discapacitante que produce dolor muscoloesquelético generalizado, fatiga e importantes trastornos psiquiátricos.
María Rosell. maria.rosell@unidadeditorial.es 14/01/2008
Afecta al dos por ciento de la población adulta, en una proporción de 9 a 1 del sexo femenino sobre el masculino, y alcanza el siete por ciento en mujeres de entre 60 y 70 años. La falta de información sobre la fibromialgia ha provocado la aplicación de diversos tratamientos que derivan sobre todo de fármacos antiinflamatorios y antidepresivos, combinados con ejercicio físico.
Sin embargo, no son del todo eficaces e, incluso, pueden generar efectos adversos derivados muchas veces de esta combinación. Por ello, en los últimos años, son muchos los investigadores que aspiran a conseguir nuevas fórmulas que atinen con el tratamiento terapéutico más eficaz
Partiendo del consenso que existe entre los expertos sobre el abordaje de la fibromialgia con tratamientos multidisciplinares, las investigaciones actuales cubren un amplio espectro de posibilidades que persiguen un objetivo común: reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En este sentido, CORREO FARMACÉUTICO recoge dos de los estudios más recientes realizados en España y que parten de la idea de un novedoso tratamiento coadyuvante con antipsicóticos, en el caso de la Universidad de Granada, y una terapia mediante la regulación de la hormona de crecimiento, en el caso del Centro Médico Teknon de Barcelona.
La calidad del sueño
En relación a los estudios del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Granada, el equipo coordinado por Elena Pita, profesora de Farmacología, destaca como avance más relevante el uso de la quetiapina y su combinación con la pregabalina (antiepiléptico que desde hace unos meses se ha convertido en el primer fármaco indicado para la fibromialgia tras su autorización en Estados Unidos).
A pesar de que no se ha observado que la quetiapina tenga efectos directos sobre el dolor, en las primeras investigaciones se comprobó una importante mejoría en la calidad del sueño, el cansancio, la rigidez matinal, y el bienestar mental.
A pesar de que no se ha observado que la quetiapina tenga efectos directos sobre el dolor, en las primeras investigaciones se comprobó una importante mejoría en la calidad del sueño, el cansancio, la rigidez matinal, y el bienestar mental.
"De hecho tenemos pacientes que llevan tres años con esta medicación y no la quieren dejar y mantienen la terapia por medio del uso compasivo autorizado por la Administración sanitaria", apostilla Pita. La pregabalina, además, ha reforzado el tratamiento porque, como explica, "este antiepiléptico sí que tiene efectos directos en la reducción del dolor".
Por todo esto, la farmacóloga espera que en un futuro la quetiapina esté indicada para el tratamiento de la fibromialgia, pero puntualiza que hablar del éxito de este fármaco no quiere decir que todos los antipsicóticos vayan a resultar beneficiosos.
Es más, otros de sus estudios revelan poca eficacia en el caso de la amisulprida, la levopromacina y la ziprasidona, cuyos resultados fueron publicados por la revista Rheumatology International. Y de la misma forma sucedió con la olanzapina, ya que aunque mostraba una clara mejoría del dolor generalizado, "se descartó porque las pacientes toleraban muy mal sus efecto secundarios".
Es más, otros de sus estudios revelan poca eficacia en el caso de la amisulprida, la levopromacina y la ziprasidona, cuyos resultados fueron publicados por la revista Rheumatology International. Y de la misma forma sucedió con la olanzapina, ya que aunque mostraba una clara mejoría del dolor generalizado, "se descartó porque las pacientes toleraban muy mal sus efecto secundarios".
Inyecciones de la GH
Desde el Centro Médico Teknon de Barcelona también se han descubierto nuevas posibilidades en el tratamiento de la fibromialgia a partir de un estudio sobre la regulación de la hormona de crecimiento (GH, sus siglas en inglés), coordinado por el endocrino Guillem Cuatrecases y el reumatólogo Albert Nadal, y recientemente publicado en la revista Musculoskeletal Disorders.
Aunque se trata de un proyecto piloto realizado a 24 mujeres que padecen fibromialgia severa y cuentan con niveles bajos de la GH, Cuatrecases tiene la esperanza de que en unos años "las inyecciones diarias de esta hormona sean -también- un tratamiento indicado para esta enfermedad", ya que los resultados sobre el alivio del dolor han sido "espectaculares".
Tras un año de aplicación subcutánea de dosis de 0,0125 mg por kilogramo de GH a la mitad de pacientes, que a la vez seguían un tratamiento estándar (basado en amitriptilina, fluoxetina y tramadol), se observó una mejora del dolor en el 60 por ciento de los puntos gatillo propios de esta enfermedad, en comparación con la otra mitad de mujeres que sólo siguieron el tratamiento estándar. Además, también se registró una notable mejoría respecto a su calidad de vida.
Cuatrecases explica que los enfermos de fibromialgia que a la vez tienen bajos niveles de esta hormona suponen la tercera parte del total de enfermos, por lo que posiblemente este tratamiento se dirija sólo a este subgrupo de pacientes. Su aplicación, añade, es beneficiosa, ya que la GH podría tener una acción anabolizante que favorece al aumento de la masa muscular, modula el dolor y reduce la sensación de cansancio.
A pesar de todo esto, Cuatrecases advierte que para confirmar su eficacia real hay que esperar a los resultados de nuevos estudios más completos. En este sentido, anunció que ya ha comenzado una nueva investigación que reunirá a 120 pacientes en nueve centros de España y Portugal durante un año. La tercera parte de las enfermas de fibromialgia registra niveles bajos de GH
Principales Tratamientos farmacológicos
Aún no existe un tratamiento completamente eficaz para esta enfermedad, pero la mejor terapia comprobada, hasta ahora, es la combinación de distintios tipos de fármacos, sin olvidar los ejercicios de rehabilitación.
1. Antidepresivos tricíclicos.
Disminuyen la sensación de fatiga y mejoran la sintomatología general y la calidad del sueño. La amitriptilina se usa como analgésico a dosis bajas. La ciclobenzapina, tienen un efecto de relajante moscular. La doxepina produce una intensa sedación. La trozadona ayuda a conciliar el sueño. La nostriplitina tiene el mismo efecto, pero en algún caso puede ser estimulante y debe ser usado por la mañana.
2. Inhibidores de la recaptación de serotonina.
En los pacientes afectados de fibromialgia existe una deficiencia de serotonina, y estos fármacos ayudan a aumentar la concentración de este neurotransmisor.
La fluoxetina se usa para depresiones severas y fatiga. La paroxetina reduce el dolor. La setralina sirve para conciliar el sueño. La venlafaxina tiene una dosis sugerida de 25 mg aplicada en la mañana. El bupropión a veces se usa en lugar de la amitriplatina.
La fluoxetina se usa para depresiones severas y fatiga. La paroxetina reduce el dolor. La setralina sirve para conciliar el sueño. La venlafaxina tiene una dosis sugerida de 25 mg aplicada en la mañana. El bupropión a veces se usa en lugar de la amitriplatina.
3. Analgésicos.
Los más utilizados son paracetamol, AINE, narcóticos y no narcóticos, controlan el dolor y añaden la eficacia de otros agentes terapéuticos.
4. Benzodiacepinas.
Alivian la ansiedad y espasmos musculares. Actúan como tranquilizantes leves.
5. Antihistamínicos.
Contrarrestan algunos de los síntomas producidos por la fibromialgia, como insomnio, ansiedad o picores. Entre otros encontramos difenhidramina, hidroxicina y astemizol.
6. Glucocorticoides.
Han sido utilizados sin demasiado éxito en casos de síndrome de colon irritable.
7. Tópicos.
La más usada es la crema a base de anestésicos .
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