El 28 de abril se celebra, a instancias de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), como acto reivindicativo en defensa y denuncia de las condiciones de trabajo y su repercusión en la Seguridad y Salud en el Trabajo.
En esta ocasión, el escenario es, si cabe, mucho peor que otros años; como consecuencia del Decreto del pasado 2 de marzo, en el que, de forma unilateral, el Gobierno ha impuesto una reforma laboral muy lesiva para las condiciones de trabajo, agravando la precariedad en el empleo (uno de los factores que más directamente repercuten en la siniestralidad laboral en nuestro país, que mantiene el doloroso récord de siniestralidad laboral en la UE, con un aumento del 49% de accidentes de trabajo, en los cinco años de vigencia de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, LPRL).
Tras la actuación del Gobierno (que ha roto el diálogo social) con la aplicación unilateral de una reforma laboral, mediante un decreto que agrede frontalmente las condiciones de trabajo, introduce mayor flexibilidad, desregula el contrato a tiempo parcial y aplica un contrato para la formación desnaturalizado. Como consecuencia de todo ello, se incrementará la temporalidad y aumentarán las transferencias de los riesgos más peligrosos hacia pequeñas empresas, al no haberse regulado la subcontratación de actividades, en definitiva, traerá más precarización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario