Cataluña lo aprueba para paliar las náuseas
Júlia Bestard Barcelona
Por primera vez, las mujeres con cáncer de mama que reciban quimioterapia y que no respondan al tratamiento contra las náuseas y vómitos tendrán acceso a un derivado del cannabis. La medida la anunció ayer la Generalitat de Cataluña, después de encargar un estudio pionero a nivel mundial que demuestra el beneficio terapéutico del cannabis en estos casos.
De momento, únicamente se prescribirá el uso compasivo de este medicamento, ya que sólo está autorizado en Canadá. El uso compasivo es la vía de acceso a aquellos fármacos cuyos resultados ya se han demostrado, pero que aún no han recibido la autorización del país en cuestión. El director del Instituto Catalán de Farmacología, Joan Laporte, aseguró ayer que aunque la medida proviene de Cataluña, "una persona de otra comunidad tiene acceso a ese uso compasivo si así se lo prescribe el médico".
El fármaco se llama Sativex y es un pulverizador que se aplica en la mucosa bucal. Cada envase, que sirve para 50 tomas, cuesta 35 euros.
Seis hospitales
El programa piloto se puso en marcha en enero de 2006, con 207 pacientes de seis hospitales catalanes. Entre los participantes había personas con dolor crónico, pérdida de hambre y náuseas yvómitos por la quimioterapia. Según el estudio, la mitad de los que tomaron Sativex percibieron una mejora de sus síntomas.
Aun así, la consellera Marina Geli recalcó que el fármaco se prescribirá "en última instancia" y que dependerá del médico en cada caso. "No se trata de tener una demanda indiscriminada a partir de ahora", añadió.
De momento, Sativex sólo está autorizado en Canadá para el dolor en pacientes con esclerosis múltiple. Laporte explicó que Dinamarca, Reino Unido y España ya han pedido su aprobación, que una vez concedida se extenderá al resto de países. Añadió que su uso podría extenderse a otros enfermos de cáncer, pero que hacen falta más estudios.
EL APUNTE
Iniciativa social con aprobación unánime
Esta es la primera vez que se estudian los efectos terapéuticos del cannabis en personas que reciben un tratamiento de quimioterapia. La iniciativa surgió en 2001 de la Asociación Àgata de mujeres con cáncer de mama y derivo en dos resoluciones aprobadas por unanimidad en el Parlamento catalánpara investigar y conseguir el uso terapéutico de esta hierba. En 2005 el Ministerio de Sanidad aprobó el estudio.
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