Unas 500 mil personas padecen fibromialgia en Argentina

No es el caso de la Fibromialgia, una condición que fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace relativamente poco tiempo, en 1992, y que padecen alrededor de cinco millones de personas en el mundo y 500 mil hombres y mujeres en la Argentina.

Estrictamente, la mencionada institución la define como "Síndrome de Fibromialgia: un afección no curable, para la cual no existe una única forma de detección, definida básicamente por la presencia de dolores en los músculos y tejidos que conectan huesos, ligamentos y tendones".

En cuanto a la incidencia, se calcula que la relación entre mujeres y hombres es de siete a uno, identificándose el período que va de los 35 a los 55 años como edad de inicio de la enfermedad.

El principal obstáculo que deben enfrentar las personas que padecen fibromialgia, así como también los especialistas que los tratan, es la presencia crónica de dolores musculares de intensidad variable y aparición impredecible.

Esta situación que, como en la mayoría de los casos tiene variaciones, dado que hay períodos en los cuales el paciente casi no refiere dolor y otros de crisis, sin dudas dificulta no sólo el tratamiento, por lo general dirigido a aliviar el dolor en sitios específicos, sino también la posibilidad de realizar un diagnóstico preciso al que se llega "por exclusión".

Esto quiere decir que una vez efectuada la consulta, mediante el método de descarte de otras patologías -proceso que puede llevar mucho tiempo-, el especialista será el encargado de arribar a una conclusión.

Para eso, según las pautas establecidas en 1990 por el American College of Rheumatology (ACR), deben detectarse los "puntos gatillo" es decir las localizaciones que responden positivamente a la presión.

Si durante el examen, el contacto con once o más de los sitios adonde el paciente refiere tener molestias desde hace por lo menos tres meses provoca dolor, puede concretarse el diagnóstico de fibromialgia. Entre las "zonas críticas" se cuentan las rodillas, la nuca, los codos y la cintura.

Igualmente, vale aclarar que la cuestión central no pasa sólo por el dolor sino también por las complicaciones asociadas, entre las que se encuentran la astenia generalizada, la dificultad para realizar actividad física o conciliar el sueño, el cansancio constante, el decaimiento y las alteraciones en el estado anímico.

"Es fundamental que la gente entienda que los puntos gatillo son una clasificación, una forma de estandarizar el diagnóstico para que todos los especialistas 'hablemos el mismo idioma'. Pero no es necesario que una persona tenga dolor en los 18 puntos, pues a menudo sucede que un paciente refiere muchísima molestia en sólo seis y sin embargo, tiene fibromialgia", señaló a Pro-Salud News el doctor Eduardo Mysler, médico reumatólogo, director del Centro OMI.

"Teniendo en cuenta que a diferencia de los exámenes clínicos de la artritis, en los de fibromialgia no se advierte nada, la revisión por parte del especialista es fundamental para detectar las zonas gatillo o hipersensibles que permiten conocer el estado de la enfermedad y realizar el diagnóstico", explicó, por su parte, el doctor Guillermo Tate, codirector del mencionado centro. En cuanto al componente "extra físico", la fibromialgia es una condición muy relacionada con la esfera afectiva o psicológica, que en general prevalece entre la población joven y activa que está sometida a mucho estrés.

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