“Al principio vas sintiendo un cansancio, que es como exagerado, que no tiene explicación y no sabes qué es lo que te está pasando”, comentó Rosa Igartúa, paciente con Síndrome de Fatiga Crónica.
Este cansancio llegó para instalarse en la vida de rosa, quién no sospechaba que padecía de un raro cuadro médico conocido como síndrome de fatiga crónica.
A nivel mundial se estima que 15 millones de personas podrían padecerlo. sin embargo, esta condición aún no está suficientemente documentada.
“Simplemente vamos a hablar que esto se empezó a definir médicamente como una enfermedad a partir de 1988 y a establecerse los criterios en 1994”, dijo Francisco Medina, de la Asociación Mexicana de Estudios de Fatiga Crónica y Fibromialgia.
En México, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un millón de mexicanos podría sufrir esta condición.
“En la población en general se habla del 1% de la población que podría tener el trastorno, cuando se han excluido el resto de las patologías, y hay estudios que hablen que hasta 20% de la población tiene síntomas de fatiga”, expresó Miguel Ángel Morales, Médico de la Unidad Psiquiátrica de la Clínica 10, del IMSS.
Generalmente inicia con un agotamiento físico intenso e inexplicable, incluso durante actividades cotidianas, poco después el agotamiento se traslada al ámbito mental, el más mínimo esfuerzo intelectual puede ser agotador para quien la padece.
Esto se debe, de acuerdo a los especialistas, a que al ser un síndrome, se tienen que analizar los síntomas por separado, a diferencia del tratamiento de una enfermedad.
“Por eso se llama síndrome más que una enfermedad, síndrome es un grupo de síntomas que se acompañan, que dan como un cuadro, siempre se van acompañando, todavía no se considera como una enfermedad como tal”, manifestó Víctor López, gerente médico de Roche.
Estos síntomas son: fatiga permanente, neuralgias, falta de concentración, insomnio, depresión, afecciones respiratorias y el hilo conductor o el detonante es el estrés.
“El síndrome de fatiga crónica se ha desencadenado frecuentemente por periodos previos de mucho estrés o de alto nivel de estrés y después de manera espontánea se genera o se presenta”, indicó Víctor López.
Por ello no es fácil detectar cuando se tiene el padecimiento ya que puede confundirse con otras enfermedades, ya sea por quién lo padece o incluso por el mismo médico.
“No es fácil de diagnosticar, porque implica un diagnóstico diferencial, puede solaparse con otros trastornos, aparece de la mano o ser solapado como insomnio, depresión, ansiedad”, declaró Joaquín Marván, especialista en síndrome de fatiga crónica de la Universidad Panamericana.
Si no se diagnostica a tiempo, para quién la padece el mundo se paraliza.
“Las pérdidas son enormes, pierdes la carrera, la trayectoria profesional, pierdes la vida social, pierdes los contactos sociales porque ya no puedes salir, es una enfermedad que te aísla”, agregó Rosa Igartúa.
El tratamiento consiste en terapia psicológica, reposo absoluto y uso de medicamentos. Aún así, el síndrome de fatiga crónica carece actualmente de una cura.
“Tratamientos con antivirales, analgésicos, anti inflamatorios a dosis bajas, pero ninguno ha demostrado ser de utilidad al 100%”, agregó Miguel Ángel Morales.
“Mientras no tengas etiología precisa o la combinación multifactorial, necesitamos, no poder dar un tratamiento curativo, vamos a dar tratamiento sintomático”, concluyó Francisco Medina.
En Estados Unidos y Europa ya se reconoce al síndrome de fatiga crónica como una enfermedad incapacitante y los servicios médicos lo consideran como un asunto de salud pública. En México, de acuerdo con los especialistas, hace falta mayor conocimiento del tema por parte de las autoridades sanitarias.
Fecha: 16 de julio del 2008
Reportero: Redacción Once Noticias
Fuente: Once Noticias
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