«El laboratorio que nos apoya lleva tres años en quiebra técnica. Sin tres millones, no podremos seguir»
«No digo que sea la cura del cáncer, el alzheimer o la esclerosis, pero sí que le hemos abierto la puerta»
Con el apoyo de la empresa Projech, acaba de sorprender al mundo con su descubrimiento de que las células madre del útero tienen capacidad curativa para enfermedades como el alzheimer, la esclerosis o la metástasis del cáncer. Sin embargo, Francisco Vizoso no gritó '¡eureka!' en un elitista laboratorio de americano, sino en el Hospital de Jove, centro donde, además de trabajar como cirujano, dirige la Unidad de Investigación. Su extremada prudencia no le impide alertar de que el paso dado es muy importante, pero apunta que todo puede quedar en nada si no hay apoyo económico para seguir la investigación. Según sus cuentas, para que la hipotética cura de estas enfermedades, ahora mortales, se convierta en realidad y, de paso, convertir a Gijón en el centro de la industria biotecnológica, sólo son necesarios tres millones de euros. Lo mismo que reclama Eto'o al Barça por su traspaso como comisión.
-El mundo mirando hacia los Estados Unidos a la espera de avances sobre las células madres y la respuesta estaba en Jove.
-Bueno, es que aquí hemos contado con el apoyo incondicional, arriesgado y genial de la empresa Projech, que desde el principio apostó por nosotros. Afortunadamente, después de años de trabajo muy duro y con pocos medios, hemos podido descubrir la capacidad curativa de las células madres del útero.
-No se lo tome a mal, pero sorprende que no haya sido un gran laboratorio, con muchos medios, el que lo haya logrado.
-Lo entiendo. El milagro no fue descubrir la capacidad de las células madre del útero, sino hacerlo con dos duros. Nadie sabe que Projech ha estado tres años en quiebra técnica, que aquí no se invierte en investigación y que, a pesar de lo que hemos descubierto, si no hay financiación no podremos seguir.
-¿De cuánto dinero habla?
-No más de tres millones de euros.
-¿Está diciendo que con tres millones de euros puede tener cura para el alzheimer, las metástasis tumorales, la infertilidad o lograr que quien ahora no camina lo haga?
-Yo no digo que sea la cura de todas esas enfermedades, gravísimas y, hasta ahora, huérfanas de cura. Lo que sí digo que es que hemos abierto la puerta para hacerlo. Es un gran paso el que hemos dado, pero no es la meta. Ahora queda lo más importante, dos años de investigación.
-¿Por qué dos años?
-Es el tiempo mínimo para hacer los ensayos clínicos necesarios que permitan elaborar los medicamentos. Y es poco, ya que se trata de células humanas. Para un medicamento normal, producido por sustancias ajenas al organismo, el plazo mínimo es de seis o siete años.
-¿No se puede recortar?
-No, hay que ser realista. Es un trabajo muy riguroso el que hay que realizar y por eso los tiempos son los que son.
-Si logran los tres millones, ¿en dos años sí tendrá la cura para esas enfermedades?
-No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que hemos comprobado capacidades desconocidas en estas células, que hemos hecho heridas a ratas y que, con una inyección de células, se han curado, y que ahora queremos seguir investigando.
-¿Cómo es posible que de una misma célula se hallen soluciones tan diversas? Parece la panacea.
-Pues sí, puede ser la panacea, porque hemos descubierto que esas células son capaces de transformarse en neuronas, tejido óseo, o muscular. Además, que producen sustancias muy importantes. Es un mundo nuevo de la medicina el que se abre. Es apasionante.
-¿Hay posibilidad de que no se continúe con el proyecto?
-De que no se continúe en Gijón. Porque, la puerta que hemos abierta pueden seguirla, sin duda la seguirán, otros investigadores.
-¿De que le fichen en Houston?
-Yo no me iré a Houston, pero Projech sí podría irse. Esta es una oportunidad importantísima para Gijón, que puede convertirse en el centro de las empresas de biomedicina. Es un tren que no puede perder, porque no vendrá otro.
-¿Qué plazo hay?
-Dos meses. Antes de fin de año tenemos que contar ya con ese dinero. Por eso hago un llamamiento a la responsabilidad de todos. No podemos parar ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario