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19 nov 2009

Límites de consumo para el arsénico


La EFSA recomienda reducir la exposición dietética al arsénico inorgánico, habitual en el agua y en los cereales


Algunos pescados, leche o carne pueden esconder sustancias no deseadas, compuestos tóxicos que desde hace años son objeto de estudio. Los trabajos en este campo intentan detectarlos y determinar cuáles son los posibles efectos en el organismo humano, para fijar límites de ingesta seguros. Estos tóxicos se añaden al alimento por diferentes vías: fertilizantes, herbicidas agrícolas o contaminantes industriales, entre otros. El agua de las costas y ríos y los animales de granja o los peces son algunos de los campos más estudiados debido al alcance de algunos de estos compuestos, como el arsénico, cuya ingesta tolerable ha sido ahora reconsiderada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

  • Por MARTA CHAVARRÍAS


El arsénico es, junto al plomo, el cadmio y el mercurio, uno de los metales pesados que forman parte del medio ambiente, bien de manera natural o fruto de la acción humana, y que tienen capacidad para entrar en la cadena alimentaria. La exposición a través de la dieta y sus efectos pueden minimizarse con estrictas medidas de control, una tarea prioritaria en las líneas de investigación internacionales en materia de seguridad química de los alimentos. Elpescado, especialmente vulnerable a las aguas contaminadas, es atacado con más frecuencia por estos contaminantes medioambientales. Así lo corroboraba un estudio realizado en 2004 por la Comisión Europea, según el cual los productos de pesca "son la principal fuente de arsénico en la dieta de la población media adulta".

Este metal aparece en dos formas: inorgánica y orgánica. La primera es la más tóxica. Los alimentos que contribuyen en mayor medida a su exposición diaria son los cereales en grano y derivados, el agua embotellada, el café y la cerveza, el arroz en grano, el pescado y las hortalizas. El Grupo Científico de Contaminantes de la Cadena Alimentaria (CONTAM) de la EFSA ha decidido ahora reconsiderar la ingesta semanal tolerable (ISTP) de 15 mg/kg de peso corporal establecida por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) porque considera que los datos no son adecuados. Se han "descrito efectos adversos a exposiciones inferiores".

Nuevos límites

De acuerdo con las nuevas valoraciones, y tras realizar un estudio en 19 países de la Unión Europea, el grupo de expertos ha estimado reducir la dosis de referencia entre 0,3 y 8 mg/kg de peso corporal al día. En seres humanos, el arsénico inorgánico se absorbe de forma rápida y casi total tras la ingesta. Los efectos nocivos descritos hasta ahora tras exposiciones prolongadas engloban lesiones en la piel, enfermedades cardiovasculares y algunas formas de cáncer.

Tanto la Agencia de Protección Ambiental (EPA) como el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) estadounidenses y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) determinan que el arsénico inorgánico es un elemento "carcinogénico en seres humanos". El agua potable es una de las fuentes con mayor concentración de arsénico, con el consiguiente riesgo para los cultivos (hortalizas, vegetales) que reciben el riego de este tipo de agua. Las estimaciones de los estudios realizados revelan que la exposición a esta sustancia oscila entre 0,50 y 2,66 mg/kg de peso corporal al día

Estos resultados se establecen después de comparar las cantidades de arsénico que las personas pueden consumir a través de alimentos o agua y los niveles hasta ahora fijados como seguros. Esta diferencia es mínima o casi nula. De ahí la necesidad de reducir la exposición a este metal. Del análisis se desprende además que hace falta recopilar una mayor cantidad de datos sobre los niveles en productos alimentarios, ya que no se han fijado los valores "máximos armonizados en la UE".

Cerco a los contaminantes

Durante el año 2009, se ha intensificado la labor de control de los contaminantes en alimentos, como el uranio y el cadmio. Para el primero, la EFSA ha mantenido los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 0,6 mg/kg de peso corporal al día al considerar que la exposición de los consumidores europeos a este metal, frecuente sobre todo en el agua, se encuentra por debajo de esta cifra.

Para el cadmio, la proporción se ha reducido a 2,5 mg/kg por peso corporal, ya que la exposición dietética media actual de los adultos ronda este nivel, aunque la de ciertos subgrupos, como los vegetarianos o fumadores, es superior. Estas investigaciones se completarán con el estudio del plomo, cuya finalización está prevista en los próximos meses.

La necesidad de mantener el contenido de los contaminantes en niveles aceptables desde el punto de vista toxicológico es una de las prioridades del marco regulador de la UE. Es necesario contar con una legislación armonizada para evitar la disparidad de límites de ingesta admisibles.


TÓXICOS BAJO CONTROL

En 1981, las sustancias tóxicas declaradas ascendían a 100.106. Ahora, la cifra podría llegar a las 30.000, de las que 140 se han considerado "prioritarias" para su evaluación, según se admite en el proyecto REACH (Registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y preparados químicos). Ésta es una de las herramientas para acabar con la falta de datos sobre las propiedades y usos de sustancias como dioxinas y furanos, cuya exposición en países industrializados es elevada, de acuerdo a la información que maneja la UE. Se calcula que los ciudadanos europeos consumen entre un 60% y un 130% de la ingesta mensual tolerable recomendada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).





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