Un accidente marcó la vida de la extraordinaria pintora por muchas razones, una de ellas, los dolores que le dejó como herencia
Un diagnóstico médico histórico revela que la pintora Frida Kahlo quedó atrapada en la red dolorosa de una fibromialgia postraumática tras el accidente de tránsito que transformó su vida. Los especialistas que han analizado su caso clínico indican que la paciente manifestaba hipersensibilidad y dolor en once puntos del cuerpo.
A muchos sorprendió que la artista plástica mexicana recuperase la habilidad de caminar, a pesar del dolor y la fatiga que padeció a lo largo de su vida y al ser sometida a más de 30 operaciones.
Una nueva visión del expediente clínico de Kahlo, incluida en la revista Artritis y Reumatología en el año 2000, los reumatólogos: Manuel Martínez-Lavin, Mary Carmen Amigo, Javier Coindreau y Juan Canoso, explicaban que Frida tenía síntomas claros de lo que ahora se conoce bien como fibromialgia, una forma de reumatismo de los tejidos blandos que causa fatiga, dolor y rigidez periarticular en músculos y huesos; así como desórdenes del sueño.
Es común que las personas diagnosticadas con artritis reumatoide, lupus y artritis, padezcan de fibromialgia. El 80% son mujeres y sufren trastornos de ansiedad. Frida Kahlo vivía cambios de humor, sentimientos de tristeza, depresión o ansiedad, también señales indudables de fibromialgia.
Cuando sufrió el accidente no se conocía la fibromialgia, un dolor crónico generalizado que puede ser implacable y usualmente es acompañado de sueño deficiente, tensión y fatiga. Quienes la padecen viven con alteraciones en la sensibilidad, dolor y malestar de tipo gripal.
Trazos dolorosos
Según el Colegio Americano de Reumatología, la fibromialgia puede confundirse con problemas de articulaciones debido a que los dolores son similares. Frida presentaba intensos dolores generalizados en 11 o más de las 18 zonas específicas de puntos hipersensibles para el diagnóstico de este padecimiento.
El dolor intenso surge de puntos como cuello, hombros, espalda, cadera, brazos y piernas; específicamente en occipucio bilateral, cervical baja bilateral, trapecio bilateral, supraespinoso bilateral, segunda costilla, epicóndilo lateral, glúteos, trocánter mayor y rodillas.
En El diario de Frida Kahlo, un íntimo autorretrato, llama la atención la pintura al desnudo de cuerpo entero, donde los autores del diagnóstico describen “la percepción de un deterioro paulatino, hasta que sólo aparece la parte en la que se concentra el dolor. Las flechas apuntan a las zonas más vulnerables del cuerpo desnudo de la artista, que en algún momento fueron sometidas a la intervención quirúrgica”.
“El dibujo en sí se impone como un emblema del sufrimiento”. Estas flechas apuntan y coinciden con algunas de las zonas de hipersensibilidad ya mencionadas.
El dolor que sienten las personas con fibromialgia, como Frida, lo describen como ardor, pulsación, rigidez y sensibilidad; sobre todo al presionar alguno de los 18 puntos hipersensibles. Los pacientes con fibromialgia tienden a describir un estímulo de frío como una sensación de dolor y ardor. Lo mismo se suele observar en pacientes con dolor neuropático central y esto se debe a mecanismos del Sistema Nervioso Central.
La fibromialgia no produce inflamaciones, a diferencia de la artritis, pero motiva dolores musculares y migrañas, así como abdominales y cambios de estreñimiento a diarrea, espasmos e irritabilidad de la vejiga, dificultad para dormir, rigidez por la mañana, adormecimiento en manos y pies, mareos, falta de memoria o dificultad para concentrarse, lo que ocasiona “fibroneblina” y en las mujeres periodos menstruales muy dolorosos.
Silvia Ojanguren
El Universal
Lunes 10 de diciembre de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario