F. FRANCO / VIGO
La necesidad que sienten las personas aquejadas de dolor crónico de que los que se encuentran a su alrededor entiendan cómo sufren, cómo se sienten y acepten que su dolor es real es tan profunda que suele gritar más que el propio dolor y normalmente a través de éste. Lo que está claro es que no debemos dejar que el dolor gobierne nuestra vida y hay técnicas psicológicas para ello".
Esa fue una de las afirmaciones que ayer hizo en el Club FARO la psicóloga Jenny Moix, profesora de la Facultad de Psicología de la Autónoma de Barcelona. En su charla, "Aprenda a reducir el dolor crónico", que le presentó el redactor jefe de FARO, Juan Carlos Recondo, ofreció una guía de estrategias y técnicas que se han demostrado eficaces en la reducción del dolor y el aumento de calidad de vida del paciente. Desde cómo reconocer las barreras psicológicas, los pensamientos negativos y la realidad de nuestros valores vitales, hasta consejos sobre relajación y organización del tiempo que nos permitirán superar o aliviar el sufrimiento.
"Ojalá -dijo- se inventara un termómetro para medir el dolor con exactitud. Claro está que con un termómetro no conseguiríamos eliminar el dolor, pero sí que podríamos acabar con la incomprensión que sienten las muchísimas personas que lo sufren a diario, el 24,3% de la población en España".
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